"Con- vivir": vivir con otros... un constante desafío

En las Instituciones Educativas se convive con otros, se comparten espacios, recursos físicos, sociales y simbólicos. Aprender a convivir es central en cualquier proceso educativo, así como también la construcción de las relaciones de intercambio y reciprocidad. Permitiendo un tránsito educativo basado en el respeto, el diálogo, sentimiento de pertenencia y de justicia entre los distintos actores.

La gran cuestión - en palabras de Carlos Skliar - , de las Instituciones educativas, se centra ¿ Qué significa estar juntos?. Romper con el fraccionamiento y la tendencia individualista. Empezar a tener en cuenta la existencia del “otro”, respetarla y aceptarla.

Durante los años de escolarización, vemos cómo los estudiantes naturalizan ciertas “prácticas negativas” que forman parte de una cultura educativa a problematizar. Es real que ciertas situaciones de violencia ocurren, en donde se pone en manifiesto el maltrato físico, psicológico y social.

El maltrato físico, se define como cualquier acción intencional que provoque daños físicos en los sujetos, sean estos detectados en el ámbito de lo visible o no. Estos mismos pueden ocurrir en el mismo Centro Educativo , en las cercanías, inclusive en las actividades extracurriculares.

El maltrato psicológico y social, se entiende por cualquier actitud que provoque sentimientos de descalificación o humillación. Se caracteriza por el uso desmedido de la palabra, aunque también puede contener actitudes no verbales que lo expongan al agredido en situaciones humillantes - como encierros, aislamientos o excesos de responsabilidad-.

Desde el Colegio Richard Anderson, se vienen implementando intervenciones transversales, desde el trabajo con los profesores de aula. Con un fuerte hincapié en la Educación Emocional y en laperspectiva de Derechos. En la coordinación docente se dan estrategias para promover, detectar e intervenir en situaciones de conflicto.

Desde el equipo Psicológico, se implementaron talleres sobre “Convivencia”. Con las intenciones de problematizar y concientizar a los estudiantes sobre la convivencia saludable.

En relación a las familias, como referentes de los educandos, es fundamental su participación e involucramiento en la trama educativa. Es necesario profundizar y fortalecer los espacios de participación, para promover un clima de confianza y que permita el intercambio de ideas. Es imprescindible generar entendimiento entre los intereses, las necesidades y las expectativas de las familias y de la Institución.

Promover una Convivencia Saludable, es responsabilidad de todos. Es solo a través del diálogo, la solidaridad y el respeto, que se puede transitar por las instituciones educativas. Aceptar al otro con sus diferencias, construir espacios desde “lo diverso”, aportando al enriquecimiento colectivo, para volvernos - cada vez - mejores seres humanos.